22 de julio de 2009


"Y era como si los dos hubiéramos estado viviendo en pasadizos o túneles paralelos, sin saber que íbamos el uno al lado del otro, como almas semejantes en tiempos semejantes, para encontrarnos al fin de esos pasadizos, delante de una escena pintada por mi como clave destinada a ella sola, como un secreto anuncio de que ya estaba yo allí y que los pasadizos se habían por fin unido y que la hora del encuentro había llegado. No, los pasadizos seguían paralelos como antes, aunque ahora el muro que los separaba fuera como un muro de vidrio y yo pudiera verla a María... como una figura silenciosa e intocable.


No, ni siquiera ese muro era siempre así: a veces volvía a ser piedra negra y entonces yo no sabia que pasaba del otro lado, que era de ella en esos intervalos anónimos, que extraños sucesos acontecían; y hasta pensaba que en esos momentos su rostro cambiaba y que una mueca de burla lo deformaba y que quizás había risas cruzadas con otro y que toda la historia de los pedacitos era una ridícula invención o creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, mi vida.Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venia de otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin limites de los que no viven en túneles, y quizás se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad, o le había intrigado el lenguaje mudo, la clave de mi cuadro.


Y entonces mientras yo avanzaba siempre por mi pasadizo, ella vivía afuera, esa vida curiosa y absurda en que hay bailes y fiestas y alegría y frivolidad. Y a veces sucedía que cuando yo pasaba frente a una de mis ventanas ella estaba esperándome muda y ansiosa (¿Porque esperándome? ¿Porque muda y ansiosa?); pero a veces sucedía que ella no llegaba a tiempo o se olvidaba de este pobre ser encajonado, y entonces yo, con la cara apretada contra el muro de vidrio, la veía a lo lejos sonreír o bailar despreocupadamente o, lo que era peor, no la veía en absoluto y la imaginaba en lugares inaccesibles o torpes. Y entonces sentía que mi destino era infinitamente mas solitario que lo que había imaginado"


El tunel

2 comentarios:

Ivanchi dijo...

yo subi ese fragmento..ese libro me salvó la vida, me ayudo a terminar de entender una sensacion que siempre tuve, peor nunca habia sabido explicar...uno de los libros mas importantes de mi vida...
ya te voy a contar, pero si te interesa...y personalmente

;)

Julián dijo...

sera la vida que siempre nos pega un poco, nos encandila con lo que esta por venir.

eso es lo que dice ciro por lo menos, ja.